miércoles, 12 de septiembre de 2012

LO MEJOR DE LA PROSA POÉTICA EN LAS LENGUAS LATINAS DEL SIGLO XX.



  Hola queridos amig@s.

   Después del periodo estival, la realidad nos muestra su mejor rostro con este septiembre suave y lluvioso. Encierra la melancolía esperada en esta época, y la incipiente nostalgia de un inexistente verano para los que hemos permanecido en la cornisa cantábrica, bajo un amenazante y arrogante cielo gris que solo ha dejado vislumbrar unos tímidos rayos solares, las últimas semanas de agosto...

    Afortunadamente siempre nos queda la literatura, refugio de soñadores y de irreductibles idealistas que añoran un nuevo humanismo... y en estas lides, a la sombra de la esperanza de un mundo mejor, he recordado tres libros clásicos que han formado parte de nuestras vidas, de los mejores momentos de nuestra existencia: "Quem me dera ser onda", del angoleño Manuel Rui, "Le petit prince" de Saint-Exupéry, y nuestro "Platero y yo", de Juan Ramón Jiménez.

   Las tres obras, se corresponden con lo más logrado de la prosa poética en las tres lenguas latinas principales en el mundo: en lengua portuguesa, francesa y española. Y esta época es ideal para volver a releerlos. Esta es mi propuesta para este mes de Septiembre.





 "QUEM ME DERA SER ONDA":







   En nuestro idioma se tradujo como "Quien fuese ola", aunque para los que somos lusófonos, leerlo en su lengua originaria produce un placer diferente al disfrutarlo traducido. Para los que conocéis el idioma de Camoes, os aconsejo degustarlo en su lengua, con su rico vocabulario angoleño y las expresiones propias de una época que ya no existe.

   Manuel Rui lo escribió en 1982, pocos años después de la independencia de su patria y en plena guerra civil entre la gubernamental MPLA, apoyada por los cubanos y soviéticos, y la opositora UNITA, próxima al apartheid sudafricano. La novela nos acerca a la mirada infantil de dos niños, Zeca y Ruca, desde una visión poética y comprensiva de la inocencia de una época que no era solo propia de los niños. El papel de adulto lo representa Diogo, un fiel revolucionario que siempre está en disputa con el "fiscal do prédio", el equivalente a un presidente de la comunidad de vecinos con facultades potestativas.

    Los niños, en una de sus muchas incursiones por una Luanda destrozada por la guerra y la confusión de la descolonización portuguesa, encuentran un cerdito huérfano de escasos meses. Ante la imposibilidad de poder tener juguetes, deciden ocultar al cerdito y llevárselo a su casa, nada menos que a un piso de una séptima planta, y alojarlo en el balcón.
Las anécdotas se repiten, un día deciden llevarlo a clase y el animal huye despavorido, y al final, Diogo se percata de su presencia por el evidente olor suíno. La casualidad quiere que el cerdito escuche atentamente las noticias revolucionarias de la radio, y Diogo decida que "simpatiza con la causa", dándole una oportunidad.
  La alegría de los niños ante la "inaudita sensibilidad" del adulto, es más que sospechosa, pero escapa ante la ingenuidad infantil. El cerdito será llamado "carnaval da vitória", y será tratado como a uno más de la familia. Los niños se arriesgan por alimentarlo con las sobras de un lujoso hotel próximo, y el sarcástico humor, no hace más que revelarnos una sonrisa tras otra, evidenciando el final del pobre "carnaval da vitória".
  Cuando llegan las celebraciones del carnaval, os podéis imaginar el churrasco que preparan Diogo y los demás adultos, ante la mirada perpleja de los niños...

    El libro es una joya de la literatura universal, y una de las principales obras escritas en el continente africano a lo largo del siglo XX, una literatura y un continente olvidado, pero que junto a su compatriota José Eduardo Agualusa y a Mia Couto, un gran escritor mozambicano, representan la nueva literatura portuguesa africana, la "eclosión de la literatura lusófona de los ochenta".



  La historia ofrece muchos paralelismos con la reciente historia de Angola, marcada por la tragedia de una independencia bélica, para acabar en una terrible guerra civil, con un breve periodo de desarrollo de la cultura, la medicina y el arte. Como "carnaval da vitória", que tras una etapa de bienestar inesperado en su vida, su final no deja de ser una paradoja de la vida de una nación...
   Afortunadamente hoy en día, Angola es un gran país, democrático y en paz, que crece a un ritmo acelerado y que cada día atrae a profesionales de todas las ciencias para construir la que ya se llama "la nueva potencia africana".

  Os recomiendo este pequeño librito por la calidad de su prosa poética, y por la capacidad del autor de aproximarnos a la visión infantil, transparente y luminosa, que os dejará un buen sabor de boca. Como dicen sus protagonistas, "onda ninguém amarra". Las olas, nadie las captura, son libres... como los sueños de los niños... ojalá podamos volvernos niños algún día para transformar el mundo que estamos devorando.




  "LE PETIT PRINCE":




   El principito es otro de los clásicos de la literatura latina, y procede de nuestro país vecino del norte.

   El autor lo escribió durante la segunda guerra mundial, nuevamente, un gran libro breve escrito en un ambiente bélico, una metáfora del mito de la eterna fuga, del refugio de la mirada infantil para encontrar una inocencia que nos liberará de las ataduras del mundo de los adultos.

  Nos narra las aventuras de un aviador perdido en el desierto, en un lejano planeta. Este aviador nos recordará a Saint-Exupéry, también aviador y que siempre reconoció sentirse perdido. En el desierto, se encontrará con un pequeño príncipe que se hace su fiel acompañante. Las distintas conversaciones que protagoniza nuestro principito, son referentes siempre al sentido de la vida, al valor de la amistad y al amor.
  También es fundamental la burla a la estupidez humana, a los conocimientos y a la sabiduría que nos absorve, frente a la lucidez de los niños. Se ríe de la geografía, cuando señala lo importante que es distinguir en un mapa China de Arizona, pues es muy útil cuando uno se halla perdido por el desierto.



    El pequeño planeta donde mora el principito, en realidad es un asteroide, y representa una metáfora de la vida humana. Al ser un planeta tan pequeño, refleja lo mucho que debemos aprender a lo largo de nuestra fugaz existencia. Aparecerán árboles, baobabs que habrá que cortar y con los que hay que tener cuidado, una alegoría de los problemas, así como otros muchos ejemplos representativos de la vida humana.
   Nuestro principito va viajando de planeta en planeta, haciéndose preguntas que tal vez no requieran respuesta en apariencia, y que no parecen interesar a nadie, pero que cuestiona la vida tal como la solemos interpretar.

   En definitiva es un libro que se lee en una tarde, pero que no debería leerse deprisa, sino disfrutando de sus reflexiones y paradojas ocultas, y disfrutando de la asombrosa habilidad del narrador. Está decorado con los delicados dibujos que realizó su autor, aviador por vocación, y que nos interroga permanentemente si no estaremos equivocados en nuestras vidas, si no deberíamos dar un paso atrás y cambiar de rumbo.

  Aparentemente es un libro infantil, pero sus enseñanzas nos ayudarán a refrescar nuestras ideas sobre la vida, la amistad y el amor. Además de ser una de las obras cumbres de la literatura francesa de mediados de siglo XX. Muy recomendable para este mes.





  "PLATERO Y YO":




   Juan Ramón Jiménez es uno de los grandes escritores que nos ha dejado el siglo XX.

    Onubense de nacimiento, con el inicio de la guerra civil se vio obligado a abandonar España. Y ya no volvió, y fue una lástima, una pérdida para este país que expulsó a tanto intelectual, pensador, científico... este país que ha maltratado a sus hijos y que lo sigue haciendo aún hoy, ante la soberbia de sus gobernantes actuales, amantes de la ignorancia y la ignominia.

    Juan Ramón Jiménez vivió en Estados Unidos y en Puerto Rico, donde recibió el Premio Nobel de literatura dos años antes de fallecer, en 1958. Disfrutó del reconocimiento mundial, aunque la derecha española no quiso saber nada de él hasta que murió el tirano en 1975. Curiosamente, también ahora se le intenta olvidar, tal vez porque sus escritos invitan a la reflexión y esconden una velada crítica social de las injusticias que padecen los más débiles.

    Platero es un burro, un burro que despierta el cariño y el amor de los niños, aunque no es un libro enfocado a ellos, sino a los adultos. Escrito durante la primera guerra mundial, se fue ampliando con nuevos capítulos, hasta su versión definitiva en 1917.

  Se trata de una obra lírica, la cumbre de nuestra prosa poética. Sus numerosos pero breves capítulos, nos habla de una hipersensibilidad que nos retrotrae a la infancia, aunque hay que estar alerta porque en sus páginas, la crítica social nos sorprende por su agudeza y sencillez. Es un libro de lectura rápida y amena, del que es preferible leer despacio y disfrutar de sus frases cortas y de su prosa cuidada, esquisitamente trabajada.




    Recrea la vida y muerte de un burro, de un ser que se deja querer y que nos descubre lo mejor de nosotros mismos, el amor, los sentimientos y las pasiones humanas. Los escenarios nos hablan de un mundo que ya no existe, de un ambiente, de unas costumbres y tradiciones que forman parte de los recuerdos de nuestro pueblo. Y nuevamente, se escribió en un ambiente bélico, cuando los hombres se mataban por querer huir de sí mismos, por razones que Platero no conseguiría comprender porque no tenían explicación.

  Os invito a disfrutar de esta obra porque es lo mejor que se ha escrito en prosa poética en nuestro idioma, y porque siempre es una gozada sumergirse en la obra de Juan Ramón Jiménez.






  Después de estas tres propuestas, comentaros que muy pronto volveré a realizar presentaciones por nuestra geografía, y que iré colgando las fotos de los diferentes actos planificados para este otoño:

   Deciros que el 27 de Septiembre, llevaré a cabo una presentación en la biblioteca pública de Aalr del Rey, la primera en tierras palentinas.


   El día siguiente, el 28, será en la biblioteca pública de Cantabria, en Santander, acto conjunto con Juan Martín Salamanca, otro escritor de Valladolid, autor de "En busca del hogar".

  A lo largo del mes de Octubre, realizaré otros actos en una librería de Valladolid, en Segovia, Salamanca, en la Escuela de Teatro de Valladolid...

  Y en Noviembre, los días 21 y 23, estaré en Almería y Granada, en las librerías Picasso.

  Bueno, todo a su tiempo y en las dosis adecuadas para no empacharnos... os mantendré informados.

   Gracias por seguirme a través del Blog, gracias porque cada vez sois más y cada vez procedéis de lugares más alejados de España.
   Gracias por todo.